Cada proyecto tiene algo especial. Y siempre hay algo nuevo que aprender. En última instancia, eso es lo que hace que nuestro trabajo sea tan emocionante. Este proyecto no fue diferente. Una nave industrial en desuso se iba a transformar en un rocódromo.

Por supuesto, las exigencias de una instalación pública de ocio son mayores que las de una nave industrial. Esto se aplica a la protección contra incendios y otras normas de seguridad, así como a los requisitos para la iluminación adecuada o la climatización. Todas las instalaciones existentes quedaron inutilizables y hubo que renovarlas por completo.

Se instaló un sistema moderno de ventilación y clima. Nuevas ventanas en la fachada y lucernarios en el techo aseguran una mayor proporción de luz natural y, por lo tanto, un menor consumo de energía. Un nuevo volumen dentro de la nave contiene los vestuarios y el área de sanitarios. Las paredes para escalar fueron diseñadas por el propio cliente y fabricados y montados en obra por la empresa alemana Versys.

El proyecto fue muy divertido desde el principio. Pero, como casi siempre, también hubo problemas con este proyecto. El hecho de que estos puedan resolverse rápidamente sin gastar mucho tiempo es gracias a la experiencia de nuestros clientes. Aceptar situaciones inesperadas rápidamente y concentrarse en las soluciones es elemental para los escaladores. Podríamos aprender de eso también.

El rocódromo se inauguró en otoño de 2021, con sus 2.000 m2 una de las más grandes y modernas del área de Barcelona.